cosultoria

Por Paola Velásquez

A los empresarios y emprendedores nos encanta crear cosas que pueden ayudar a otras personas a resolver un problema o que cubran una necesidad, y buscamos transmitir ese mensaje a ese cierto público que se va a beneficiar con nuestros productos o servicios. Queremos que sepan que hemos trabajado arduamente y nos sentimos muy orgullosos de ello, queremos compartirles todo sobre nosotros y lo que podemos ofrecerles.

¡Y tenemos muchas cosas que ofrecer! La mejor calidad, los mejores procesos, la mejor tecnología, que somos los expertos en “X” tema, con “X” años de experiencia, y hasta nos atrevemos a ofrecer garantías, así de seguros estamos de que somos los mejores. Pero la realidad es que a nuestros clientes no les importa todo lo que tenemos que ofrecerles y todo lo que queremos decirles, o por lo menos no en primera instancia, no les importa que tengamos la mejor tecnología o que seamos los expertos en algo, o que nuestro producto tenga mil funcionalidades si no nos conocen, si no han creado una confianza en nosotros o en nuestra empresa.

Pero y entonces ¿qué sí les importa? Les importa saber cómo los vamos a ayudar a lograr eso que están buscando resolver, quieren saber que van a lograr exactamente cuándo nos busquen, quieren soluciones, quieren RESULTADOS. Y quieren adquirirlos de PERSONAS, personas en las que confían porque han pasado por un proceso en el que primero nos conocieron, y después fueron aprendiendo más sobre nosotros, nuestros valores e ideales, motivaciones y saben que lo que más nos importa es ayudarlos con lo que tenemos para ofrecer.

¿La herramienta, producto o servicio que ofrecemos importa? Claro que sí, pero no hay que casarnos con una solución si no con el problema, para estar abiertos a diferentes métodos y entender que dos clientes con el mismo problema no necesariamente requieren la misma solución, o para estar consciente de que quizá nuestro producto no ayuda a todas las personas que tienen el mismo problema. Todos tenemos la necesidad de comunicarnos y relacionarnos, sin embargo el método o incluso plataforma que utilizamos puede ser diferente.

Para reflexionar ¿Cuál crees que es el tema del que más disfruta hablar una persona? ¿Qué pasaría o que pensarías si alguien llegara contigo y empezara a hablarte de el mismo y en ningún momento pregunto algo sobre ti? ¿Y qué pasaría si fuera al revés? ¿Si llegara y preguntara sobre ti, qué te interesa, qué te motiva, qué te gusta, qué necesitas? ¿Cómo te sentirías? Uno de los temas favoritos de la gente es hablar sobre ellas. Nos gusta que nos pregunten sobre nosotros, que muestren interés. Y si es así en el ámbito social, ¿por qué sería diferente en el empresarial?

 

¿Qué hay que hacer entonces? Escuchar, eso es lo más importante para todas las relaciones, personales o profesionales. Y en este caso escuchar a tu cliente es esencial ya que solo así podrás generar confianza y creas lazos con ello, sabiendo que temas les interesa o que preocupaciones tiene.

Te invito a que participes en nuestro próximo Taller de Mercadotecnia Digital donde aprenderás más sobre cómo puedes generar un lazo de confianza con tu cliente enviándole los mensajes que quiere ver por medio de los medios que utiliza con un proceso que liga la estrategia de mercadotecnia y ventas.