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En los últimos 10 años en México han nacido un poco más de 3 millones de empresas, estas representan casi el 80% del total de un poco más de 4 millones de empresas que existen en México actualmente según datos actualizados de INEGI.

Imagina el dato, si en 10 años ya cubrimos el 80% del total de empresas que existen en México, ¿en dónde están todas las demás empresas que se crearon antes?

Para poner en contexto, son un poco más de 30,000 nuevas empresas cada mes inician en México, la pregunta es ¿cuántas sobreviven y crecen? La respuesta es muy pocas, los datos son contundentes.

Existe un muy pobre nivel de éxito de las empresas mexicanas en su crecimiento, la mayoría han cerrado y son muy pocas las que han logrado un crecimiento, casi ninguna un crecimiento exponencial tipo el crecimiento de empresas a nivel mundial, al menos no nuevas empresas, ¿piensa en una empresa mexicana de gran éxito con menos de 20 años de existir y que facture más de 100 millones de dólares al año?

A diferencia de lo que está pasando en el mundo de la creación de empresas de alto impacto o exponenciales, que generan alto valor por su innovación en donde la mayoría son jóvenes : Google (17 años), Amazon (21 años), Facebook (11 años), Twitter (9 años), Tesla Motors (12 años), Snapchat (5 años), Asana (7 años), Hanergy (6 años con la nueva tecnología solar), Axovant (meses con nueva Biotecnología), Uber (6 años), Starbucks (menos de 15 años de empezar a expandirse), Zappos (16 años) y muchísimas más!

¿Qué tienen en común las empresas exitosas?

Sin duda una de las características es la innovación, la gestión de aprovechar o crear nuevas tecnologías para generar valor a sus clientes.

Sin embargo, no es la única característica, ya que este más bien es el resultado de un conjunto de hábitos. Para generar este nivel de valor, puede hacerse por medio de la innovación o por medio de la multiplicación. Un ejemplo de innovación sin duda puede ser el caso de Tesla Motors quienes desarrollaron un automóvil eléctrico de alto desempeño, pero un ejemplo de multiplicación es el caso de Starbucks, ciertamente no inventó el café.

Para poder generar este nivel de valor se requiere decir “no” a muchos proyectos, oportunidades y negocios, se requiere de un obsesionado enfoque muy difícil de generar si no tenemos pasión por lo que hacemos como empresa y si nos falta disciplina, ¿una carencia cultural para nosotros?

La realidad es que la mayoría de las empresas que nacen cada año se quedan micros o muy pequeñas sobreviviendo, son pocas las que son agresivas y se atreven a jugar a ganar. Para utilizar términos futboleros jugamos a la defensiva para no perder y nos desplegamos atrás, en lugar de salir a meter goles y jugar a ganar.

¿Cómo podemos jugar a ganar? La respuesta sin duda es ser suficientemente soñadores pero muy disciplinados y aterrizados, una característica extraña.

Por eso la metodología de “Scaling Up” o hábitos Rockefeller ayuda a muchísimas empresas en el mundo a crecer, porque uno sus principios y herramientas pilares se basan en lo que han hecho las empresas exitosas como las que mencionó en este artículo.

Incluso la metodología tiene una herramienta dentro del plan estratégico para esto que se llama: BHAG por sus siglas en ingles Big Hairy Audacious Goal, se traduce algo así como un objetivo grande audaz y que nos asuste o súper emocione.

Este objetivo a 30 años marca una dirección, un propósito, pero deja la libertad y flexibilidad del cómo lograrlo, y esta parte es muy importante porque nos brinda motivación y enfoque, pero al mismo tiempo flexibilidad y gestión de cambio.

Otra de las características del nuevo entorno, y que es lo que hacen muy bien las empresas de alto impacto que he mencionado, es gestionar el cambio a una gran velocidad. No podemos predecir ni lo que pasará el próximo trimestre, por ello se acabaron las predicciones de largo plazo, aprendamos a administrar en la incertidumbre.

Por ello la obsesionada disciplina de ejecutar es la clave, es el secreto mágico del éxito de estas empresas, y ahí tenemos mucho que aprender. Para poder ejecutar con eficiencia necesitamos tener un enfoque muy importante, no distraernos con actividades que no están alineadas a lo que deseamos.

El “torbellino” de todos los días es un gran distractor de nuestra atención y la de nuestro equipo, terminamos cada día haciendo muchas cosas, estresados, “apagando fuegos”, pero muy poco que realmente genera valor y que nos acerque a nuestros objetivos en la dirección que deseamos.

El enfoque viene de primero definir las prioridades de la empresa, de cada miembro de equipo. Si yo fuera personalmente a tu empresa le preguntará al azar a alguno de tus empelados sobre los objetivos de la empresa este trimestre, ¿esa persona los sabría con mucha claridad? Si la respuesta es no, entonces tienes una gran oportunidad de definir y comunicar las prioridades.

Este es la verdadera causa de que las empresas no crezcan lo suficiente, tenemos recursos limitados, tiempo limitado y terminamos haciendo cosas que no agregan valor, distraídos por pequeñas cosas que son las que realmente nos desvían de ir en la dirección que verdaderamente deseamos.

Por ello los principios de la metodología de “Scaling Up” o Hábitos de Rockefeller”, que yo utilizo mucho en mi práctica como consultor y coach con mis clientes, tienen una herramienta muy práctica de definir prioridades y metas trimestrales, métricos claves que midan esas metas, y lo más importante un sistema de darle seguimiento y comunicarlas con todos en tu empresa, lo combino con metodologías de organización ágil como SCRUM y herramientas digitales para dar seguimiento a tareas y compromisos entre los miembros de mi equipo, por supuesto con mis clientes.

Ejecución eficiente

Utilizar este sistema de seguimiento aplica igual a ventas, producción, diseño, mercadotecnia, servicios o cualquier área de la empresa, la estructura simplemente genera claridad y enfoque de todos, por supuesto ello genera eficiencia, productividad, colaboración, responsabilidad que hace una gran diferencia en los resultados.

Otros de los principios de este tipo de empresas de alto crecimiento, es la cultura de rendir cuentas que genera implementar este sistema de ejecución, lo cual esta alineado con la metodología Agil (SCRUM), en donde todos en la empresa tenemos que dar cuentas sobre los resultados, no se trata solo sobre asistir a nuestro trabajo y hacer lo que nos dicen, sino ir más allá de hacernos responsables por los resultados.

Entonces el secreto es la ejecución amigo empresario, y de eso no hay clases en la universidad o maestría de negocios. Por eso hemos desarrollado un que se llevará a cabo en Mexicali, Baja California de PLANEACIÓN ESTRATEGICA que consta de 6 sesiones de 4 horas cada una, en un horario: 4:00pm – 8:00pm, decídete a trabajar en forma inteligente, ejecutando una estrategia, implementando un modelo de organización que generé el valor al cliente que deseas y decídete a crecer con un negocio que puede mantener e incrementar la rentabilidad mientras cece. Conoce el programa.

¿Estas ejecutando correctamente tu negocio?