No se puede hacer todo.
No se puede saber todo.
No se puede estar preparado para todo.
Todos tenemos una cantidad limitada de tiempo, energía, dinero y otros recursos.
Cada día, según qué leemos, con quién nos juntamos, en qué trabajamos o qué ignoramos, es un listado de las apuestas que hacemos porque creemos que nos van a dejar mejor mañana.
Mira tu agenda y revisa la última semana; esas fueron las apuestas que hiciste en ti durante los últimos siete días.
Por medio de nuestras acciones (o inacciones), cada día hacemos nuevas apuestas sobre cómo invertir esos recursos.
Es verdad: algunos comienzan la vida con más ventajas.
Pero sin importar el punto de partida, algunas personas cruzan más camino que otras que comenzaron desde el mismo lugar.
¿La razón? Esas personas hicieron mejores apuestas con sus recursos.
Ya sea por intención o por inercia, todos somos inversores, y a todos nos toca correr riesgos.
La pregunta entonces es obvia: ¿en qué nos conviene apostar hoy?
¿Qué decisión nos va a traer mejores resultados?
¿Cómo hacemos para avanzar lo más lejos posible en nuestras aspiraciones desde donde estamos hoy?
Hay que tener en cuenta un pequeño detalle…
El mundo hoy cambia más rápido que nunca.
Las inversiones que tenían sentido hace cinco años pueden no tener sentido mañana (ej.: la mayoría de las universidades están enseñando para formarse en carreras que tal vez no existan en 10 o 20 años).
Algunos apuestan a la educación.
Otros apuestan a los negocios.
Otros apuestan a la bolsa o a comprar una casa.
Y muchos apuestan a que no cambie nada para que puedan seguir haciendo lo mismo que ayer sin tener que tomar decisiones incómodas.
¿En qué apuestas tu?
Me encantaría escuchar tus opiniones y las apuestas que estás haciendo cada día.
Saludos,
Carlos “Charly” Miceli